La Reserva Federal redujo este miércoles su tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, ubicándola en un rango de 4% a 4.25%. Se trata del primer recorte de 2025, tras la pausa de diciembre de 2024, motivado por la preocupación ante un debilitamiento del mercado laboral en Estados Unidos y una inflación que sigue por encima del objetivo del 2%.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló tras la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) que los datos recientes muestran una desaceleración en la contratación y un aumento en las solicitudes de desempleo. “Estamos viendo riesgos para el empleo que requieren acción, mientras la inflación sigue siendo una preocupación”, dijo Powell. El ajuste busca impulsar el crecimiento económico sin avivar las presiones de precios.

La decisión fue aprobada con 11 votos a favor y uno en contra. El gobernador Stephen Miran, designado recientemente por Donald Trump, se manifestó en favor de un recorte mayor de 0.5%. Las tensiones políticas se intensificaron luego de que Trump intentara destituir a la gobernadora Lisa Cook, acusándola de un supuesto fraude hipotecario con préstamos federales. Un tribunal bloqueó la medida y permitió que Cook participara en la votación, aunque la administración planea apelar. El presidente celebró el recorte en redes sociales escribiendo: “Finalmente, algo de alivio frente al estrangulamiento de las altas tasas de la Fed”.

Una encuesta de Reuters a 107 economistas mostró que 105 anticipaban un recorte de 25 puntos base, con expectativas de al menos dos reducciones adicionales este año, lo que llevaría la tasa a un rango de entre 3.5% y 3.75%. Los mercados reaccionaron de manera moderada: las acciones estadounidenses subieron ligeramente, mientras que los precios del petróleo bajaron por preocupaciones sobre la demanda.

Las nuevas proyecciones de la Fed reflejan cautela: inflación por encima del 2% hasta 2026 y un crecimiento del empleo más lento. Para los consumidores, la medida podría traducirse en menores costos de financiamiento en hipotecas, préstamos para autos y tarjetas de crédito, aunque también en rendimientos más bajos para el ahorro.

“Es un paso prudente hacia una política más flexible, pero la Fed seguirá vigilando de cerca los datos”, señaló Scott Anderson, economista jefe de BMO Capital Markets. La próxima reunión del FOMC está programada para el 29 de octubre, y las futuras reducciones dependerán de los indicadores económicos.