Dos balas terminaron el 23 de Marzo de 1994 con la vida de Luis Donaldo Colosio Murrieta, el hombre que amaba profundamente a México y que deseaba dirigir sus destinos.

Nacido el 10 de febrero de 1950 en Magdalena de Kino, Sonora, el aspirante a la Presidencia de la República por el PRI fue miembro de una familia de clase media con herencia cultural serrana, en la que tuvo una formación humanista.

Aquel hombre de provincia era considerado a sus 44 años un político con una visión contemporánea de los problemas actuales de México y el mundo.

Colosio Murrieta fue el primogénito de Luis Colosio Fernández y Ofelia Murrieta García, quienes tuvieron cinco hijos más: Martha Ofelia, Laura Elena, Víctor Manuel, Marcela Dolores y Claudia María.

Pocos llamaron Luis al niño; el nombre que más «pegó» fue Donaldo, aunque la gente de Magdalena de Kino prefería referirse a él simplemente como Aldo.

En 1957 Colosio Murrieta ingresó a la Escuela Juan Fenochio, donde también estudió su padre, y desde los primeros años mostró seriedad y empeño en sus estudios.

El pequeño Colosio Murrieta, entre otras labores, compraba y vendía ganado y acudía al Banco para efectuar trámites a nombre de su padre, quien entonces era comerciante de minerales y ganadero.

A los 10 años hizo un recorrido de 45 kilómetros a caballo, del rancho de unos tíos a Magdalena, acompañado sólo de unos burritos de machaca y frijoles y una cantimplora.

De niño llegó a completar el dinero para comprar una bicicleta trabajando como repartidor de periódico dos horas diarias, al salir de la escuela.

En la primaria obtuvo las más altas calificaciones, por lo que se hizo acreedor, a los 12 años, a un viaje a la Ciudad de México, donde saludó al Presidente Adolfo López Mateos.

Cursó su educación media en la Secundaria No. 3; ahí obtuvo el primer lugar en los tres años. Combinó la educación preparatoria con la locución radial en la XEDJ, donde en ocasiones recitaba poemas. Su oratoria mereció el primer lugar en un concurso organizado por el PRI.

Al término de su educación media superior, el joven dejó su tierra, ya que en la Universidad de Sonora no existía la carrera de Economía.

Su padre gastó sus ahorros y pidió prestado para reunir el dinero para que Colosio Murrieta pudiera cursar el primer semestre en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

A partir del segundo semestre, el joven pagó sus estudios y recibió una beca del ITESM por su labor como prefecto de los alumnos de preparatoria de la institución.

Terminó sus estudios con excelentes calificaciones y fue el mejor alumno de su generación 1968-1972. En su examen profesional recibió mención honorífica de parte de su jurado.

En Monterrey, sus paseos eran acudir los viernes por la noche a Sanborns, a la Plaza La Purísima o al Cine Florida.

Aunque la generación 68-72 era contemporánea de la música de grupos ingleses como Los Beatles y Los Rolling Stones, el sonorense guardaba entre sus cosas personales piezas de música clásica de Bach y Beethoven.

En sus pláticas en los corredores del Tecnológico, se expresaba del ex-Presidente Adolfo López Mateos con mucha admiración, recordando que en su niñez tuvo la oportunidad de saludarlo como representante de los escolares de primaria más destacados en Sonora.

En 1973, Colosio Murrieta llegó a la Ciudad de México, donde trabajó como investigador en un equipo multidisciplinario para estudiar los problemas del campo.

Un año después obtuvo una beca del Banco de México y Conacyt para estudiar una carrera de Desarrollo Regional en Pittsburgh, Pennsylvania. Solicitó su cambio a la Universidad de ese estado, donde afianzó su inglés.

A los 28 años, Colosio Murrieta realizó en Viena estudios de Doctorado en Economía Regional y Urbana, con énfasis en países en vías de desarrollo. Ahí también fue investigador académico.

Durante su estancia en Europa, se aficionó a la ópera, aprendió alemán y quedó fascinado con la obra pictórica de Gustav Klimt.

Regresó a México e ingresó como catedrático a El Colegio de México, a la ENEP Acatlán, de la UNAM, y a la Universidad Anáhuac, institución donde conoció a una alumna coahuilense, Diana Laura Riojas Reyes, quien se crió en Monterrey y con quien más tarde se casó en el Templo de Santa Engracia, en Garza García. Con su compañera procreó a Luis Donaldo y Mariana.

Antes de lanzarse como candidato a la Presidencia de la República, Colosio Murrieta trabajó 14 años como servidor público, desde asesor de una dirección de la Secretaría de Programación y Presupuesto hasta titular de la Secretaría de Desarrollo Social.

Siendo asesor de la Dirección de Política Macroeconómica y Social conoció a Carlos Salinas de Gortari, en ese tiempo director general de Planeación Económica en la Secretaría de Hacienda.

Más tarde fue designado subdirector de Política Regional y Urbana y posteriormente, coordinador de la Subcomisión Gasto-Finaciamiento.

Fue en esa época cuando se integró un equipo de economistas dirigido por Salinas, quien se convirtió en director general del IEPES para manejar como conductor político la campaña presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado.

Colosio Murrieta fue designado entonces subdirector de Análisis para la Planeación del Centro de Estudios Políticos Económicos y Sociales del PRI en el Distrito Federal.

Al iniciar en diciembre de 1982 el sexenio de De la Madrid Hurtado, Salinas de Gortari fue nombrado Secretario de Programación y Presupuesto y Colosio Murrieta, director general de Programación y Presupuesto Regional, siendo su jefe inmediato Manuel Camacho Solís.

En febrero de 1985, Colosio Murrieta fue postulado como candidato de su partido por el primer distrito electoral de Sonora, con cabecera en su pueblo natal, Magdalena de Kino. Las elecciones las ganó con el 70 por ciento de los votos.

Al ser designado Salinas de Gortari candidato del PRI a la Presidencia para el período 1988-1994, Colosio Murrieta fue de los pocos invitados a la casa del aspirante, quien luego lo designó coordinador general de su campaña.

El sonorense llegó a la Oficialía Mayor de su partido y fue electo senador de la República. Pocos meses después, en diciembre de 1988, asumió la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, donde estuvo dos años.

Como líder del PRI, Colosio Murrieta reconoció la primera derrota de su partido en unas elecciones para Gobernador, admitiendo que en Baja California la victoria fue para el PAN, lo que convirtió a Ernesto Ruffo Appel en el primer gobernador de Oposición.

En abril de 1992, el Presidente Salinas de Gortari nombró al sonorense titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, convertida más tarde en Secretaría de Desarrollo Social.

Ocupó ese cargo hasta el 28 de noviembre de 1993, cuando fue designado precandidato del PRI a la Presidencia de la República y posteriormente inició una campaña proselitista que no pudo terminar.

Colosio Murrieta se llevó consigo sus deseos de seguir sirviendo a México.


📌 Biografía de Luis Donaldo Colosio escrita por Jacqueline Lerma y publicada en el Diario Reforma el 24 de Marzo de 1994 bajo el titulo “El hijo pródigo de Sonora”.