En Estados Unidos, cada día mueren más de 150 personas por sobredosis, según el Centro para el control y prevención de enfermedades de ese país. La crisis del fentanilo ilegal mantiene en alerta al gobierno estadounidense y ahora también al mexicano.

Cada vez son más recurrentes las incautaciones de la droga y precursores químicos en puertos, terminales aéreas o carreteras de este país. En una comparecencia ante el Senado de Estados Unidos, la directora de la agencia antidrogas, la DEA, Anne Milgram, ha señalado a México por no hacer lo suficiente para detener el trasiego. “Creemos que México tiene que hacer más para detener el daño que esto está causando”, dijo Milgram. Solo en 2022, último año del que hay registros, Estados Unidos contó casi 107,000 muertos por sobredosis, una cifra histórica, potenciada por el auge del fentanilo, una sustancia fácil de producir, 50 veces más potente que la heroína. Según la DEA apenas dos miligramos de fentanilo, lo que cabe en la punta de una lápiz, son suficientes para matar. Milgram apuntan a dos actores criminales como los máximos responsables de la epidemia al norte del río bravo, el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). “Estos dos cárteles mexicanos, el de Sinaloa y el de Jalisco, dominan la cadena de suministro global de fentanilo”, ha dicho Milgram. Según la DEA, estos grupos criminales importan precursores químicos desde China y arman laboratorios clandestinos para producir la droga.