Nuestro País se ha destacado, a través de la historia, al lograr hacerse de un lugar preponderante en el automovilismo mundial, pero hoy vivimos el momento más alto con las impresionantes actuaciones de Sergio Pérez (F1), Patricio O’Ward (IndyCar), Daniel Suárez (NASCAR) y Roberto González (IMSA Le Mans).

Pero esto no es obra de la casualidad, es el resultado de un enorme trabajo y esfuerzo por parte de los pilotos, equipos, promotores y patrocinadores que están apoyando al progreso del deporte en el País, desde el regreso de la Fórmula 1 a Mexico en 1986.

Todos ellos no han dejado de trabajar en conjunto para lograr lo que hoy es una gran realidad en México: ser una potencia mundial en el automovilismo deportivo.

El éxito rotundo del Gran Premio de México F1, al obtener por cinco años consecutivos la mejor organización a nivel mundial (superando a potencias como Inglaterra, Italia, Estados Unidos, etc.) es un logro de gran magnitud que hay que seguir aplaudiendo.

Todo esto no hubiera sido posible sin el importante y valioso apoyo del Gobierno de México, que afortunadamente ha comprendido la gran importancia que significa tener un evento de esta magnitud en nuestro País, con el cual se proyecta una imagen grandiosa hacia el mundo entero.


La gran derrama económica que se genera durante la semana del GP de México (que supera los 14 mil 300 millones de pesos) es, sin duda alguna, la más importante en lo referente a la industria de la hospitalidad y restaurantera en la Ciudad de México.


Un complemento de gran importancia es el gran semillero en el cual vienen generaciones de niños y jóvenes preparándose muy fuerte en Karts, F4, Indy Lights y otras categorías en EU y Europa.

Nada es casualidad, los resultados de hoy son el fruto de años y años de trabajo planificado. Debemos disfrutar de este momento, pero sin bajar los brazos, para lograr que las próximas generaciones sigan llevando el nombre de México a lo más alto.


FLAVIO ABED BUSTAMANTE