Los políticos de Estados Unidos no quieren saber nada de Eugenio Hernández pero hasta hace unos años el ex gobernador de Tamaulipas era persona grata y distinguida en la oficinas gubernamentales en Washington y Austin, Texas. En 2009 logró pasar los filtros de confianza del servicio secreto y estuvo en una cena de 100 invitados VIP con el presidente Obama en la Ciudad de México. En otras ocasiones fue objeto de reconocimientos públicos por parte de las autoridades del FBI y la DEA quienes no perdían oportunidad de elogiarlo y darle preseas. Hoy esas autoridades del gobierno de Barack Obama que reconocían a Eugenio Hernández en el pasado son quienes buscan llevarlo a la corte federal.

El pasado mes de junio, el ex-gobernador de Tamaulipas fue nuevamente objeto de señalamientos y acusaciones judiciales en Estados Unidos, esto, presuntamente por recibir sobornos del crimen organizado durante su mandato (2005-2010) y lavar ese dinero en el sur de Texas. Al día de hoy la orden de captura por parte de las autoridades de ese país esta vigente y Eugenio Hernández Flores sigue su vida entre Cancún y México DF desde donde en los últimos días a hecho declaraciones a medios nacionales defendiendo su inocencia. ¿Cuál será el futuro del ex jefe de Tamaulipas?

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Luego de un fin de sexenio manchado por el terror de la violencia generada en todo el territorio tamaulipeco por la división de grupos del crimen organizado y la muerte del candidato priista a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, esto, a manos de desconocidos y a menos de 5 días para las elecciones en las que llevaba la ventaja del electorado, Eugenio Hernández Flores dejo el poder el 31 de Diciembre del 2010 y lo entrego a Egidio Torre Cantú, el hermano de Rodolfo que había tomado la estafeta de la candidatura del PRI.

EL FIN DEL SEXENIO GEÑISTA

Fue durante el 2010 cuando se inició la debacle de Eugenio Hernández, en ese año una fuerte ola de inseguridad y violencia pegó a Tamaulipas y los ojos de todo el país y el mundo se pusieron sobre este estado.

Durante la mayor parte del año 2010 Eugenio dejó de vivir en Casa de Gobierno y cambió su residencia a la ciudad de McAllen donde hasta hace algún tiempo tenía una lujosa propiedad en el fraccionamiento ‘Del Lago’ en el sur de la ciudad.

Todos los días se trasladaba en helicóptero a los municipios donde tenía gira, aunque su agenda empezó a tener cada día menos eventos.

Los noticieros nacionales todas la noches llevaban en su contenido reportajes sobre lo que estaba pasando en Tamaulipas. A nivel nacional se hablaba lo peor, pero en el interior era claro que Hernández Flores seguía mandando y su imagen fue cuidada en los medios estatales y ante la opinión pública hasta el último día de su sexenio.

Un vez que dejó el poder, Eugenio desapareció del panorama estatal, y se fue a vivir al estado de Quintana Roo donde gobierna un buen amigo suyo, Roberto Borge Angulo, quien le dio protección y asilo en su estado, según fuente consultadas en su momento por este medio, Eugenio se dedicó entre muchas cosas a vivir un año sabático en Cancún dividiendo sus días entre una vida bohemia, jugando golf y pescando en el mar del caribe.

Mientras él disfrutaba su nueva vida en la Riviera Maya, en Tamaulipas se le señalaba de haber sido parte del complot que llevó a la muerte de Rodolfo Torre, algo nunca comprobado y de lo cual hay dudas toda vez que había una gran amistad entre ellos y fue el mismo Hernández Flores quien impulsó la candidatura del Doctor Torre al gobierno del estado; también se le acusó de haber sido indiferente ante la violencia y el combate frontal al crimen organizado, además, de haber dejado una deuda de más de 9 mil millones de pesos y de haberse enriquecido él, sus amigos y familia con recursos públicos.

EUGENIO Y EGIDIO… ¿LA SANA DISTANCIA?

En su momento también se habló de un distanciamiento entre Eugenio Hernández y el todavía gobernador Egidio Torre. Ese rumor se hizo evidente cuando se encarceló a Mario Ruiz Pachuca jefe de asesores y comunicación social y considerado uno de los hombres más poderosos del sexenio de Hernández Flores, hoy, Ruiz Pachuca ya está libre al haber logrado un amparo de la justicia federal y después de haber permanecido más de 2 años en prisión.

Otro hecho que hizo aún más claro el distanciamiento es que muchos de los hombre cercanos al ex gobernador fueron congelados politicamente durante más de 3 años y no fueron considerados para puestos en el gobierno, ni partidistas y menos de elección popular, actualmente, muchos de los amigos de Eugenio y ex colaboradores ya cuentan con cargos públicos a nivel estatal y federal, y otros son tomados en cuenta con cargos en el PRI estatal o como operadores políticos.

Todas esas especulaciones quedaron atrás cuando unos días antes del tercer informe de gobierno de Torre Cantú en 2013, se reunió en un restaurante de la capital Tamaulipeca con Geño.

En pláticas con columnitas estatales el propio gobernador dejó en claro que nunca hubo un distanciamiento: “Como ustedes saben, Eugenio es amigo mío, somos amigos de hace muchos años, tuvimos el gusto de compartir por ahí, de platicar ampliamente… No es la primera vez que platicamos, hemos platicado muchas veces, simplemente que ahora lo hicimos en un restaurante”, expresó.

LA POLITICA NACIONAL

En Marzo del 2011 con la llegada de ‘su amigo’ y ex gobernador de Coahuila Humberto Moreira al PRI Nacional, Eugenio Hernández dejó la inactividad política y empezó a protagonizar políticamente con miras a obtener un puesto partidista de gran relevancia: La secretaría técnica del Consejo Político Nacional.

En su momento Moreira dio el visto bueno a dicha incorporación cuando declaró: “Eugenio Hernández Flores, se incorporará, sí, efectivamente al Comité Ejecutivo Nacional”.

Al poco tiempo de esa declaración de Moreira los columnistas y medios nacionales hicieron pedazos al ex gobernador de Tamaulipas recordándole el desorden en el que había quedado el estado al fin de su sexenio en los temas de seguridad y finanzas públicas.

El nombramiento nunca se formalizó, y Moreira en días siguientes, a pregunta de los medios durante una visita a Ciudad Victoria, dejó claro, sin mencionar su nombre, que Eugenio no obtendría un cargo partidista en el CEN: “Por el momento no pienso hacer cambios en el Comité Ejecutivo, no habrá una renovación y la posición de Tamaulipas está bien cubierta con mi amigo Manuel Cavazos Lerma”.

Y fue así como acabó el sueño de Eugenio de formar parte de ‘las ligas mayores’ de la política partidista nacional, a mediados del 2011, Moreira lo nombró junto a otros gobernadores como secretario regional del PRI para los estados del sureste. Ese mismo año, el 2 de diciembre, cinco días después del registro de Enrique Peña Nieto como precandidato único a la presidencia de México, Humberto Moreira renunció a la presidencia nacional del PRI luego de que se le señalara de haber dejado al estado de Coahuila con una deuda de 34 mil millones de pesos.

LA ALERTA MIGRATORIA

El 13 de enero del 2012 los nombres de los ex gobernadores priístas de Tamaulipas Eugenio Hernández, Tomás Yarrington y Manuel Cavazos Lerma, fueron incluidos en una alerta girada por el gobierno federal panista a distintos aeropuertos mexicanos.

El oficio, bajo la referencia CGA/595/2012, fue firmado por el agente del ministerio público federal David Juárez Mora. De acuerdo a reportes de seguridad e inteligencia nacionales y extranjeros, los tres ex gobernadores de Tamaulipas habían sido incluidos en una averiguación previa desde el 2009 de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), adscrita a la PGR.

El documento exigía a los funcionarios aeroportuarios a dar aviso a las autoridades sobre el tránsito de los tres políticos priístas. Esto, puso en el ojo público a Eugenio Hernández y desapareció de los reflectores de la política nacional, en un año en el que se definiría si su partido regresaba a Los Pinos con Enrique Peña Nieto como candidato del PRI.

Durante unos meses, en el año 2012, según lo informó el periódico La Jornada, Eugenio se fue a vivir a Europa, asentando su residencia en España, esto, durante los meses previos a la elección presidencial. Mientras él disfrutaba un nuevo exilio en el viejo continente, en México, el candidato Peña Nieto durante una visita proselitista a Tamaulipas defendía a sus compañeros priístas Hernández, Cavazos y Yarrington cuando en su discurso dio a entender que todo se trataba de una guerra sucia por parte de los panistas en el poder con fines electorales.

“La campaña no ha iniciado formalmente (…) pero lo que sí ha iniciado ya son los ataques de los contrarios, aquellos a quienes sólo les ocupa hablar del PRI, señalar al PRI, descalificar al PRI y a sus abanderados… los priístas de ninguna manera caeremos en esa provocación”, sentenció.

Durante el acto Peña Nieto afirmó que no se podía aplicar la ley violando la ley, y pidió “plena protección y garantías” para que los mexicanos elijan libremente a quienes serían sus próximos representantes, “sin distorsiones ni manejo faccioso de la ley en aras de aplicar supuestamente la justicia (…) no dejaremos que amenazas a partir de actos o de prácticas autoritarias pongan en riesgo la democracia en nuestro país”, dijo Peña Nieto durante esa visita a Tamaulipas.

Se estima que el retorno definitivo de Eugenio Hernández a México se dio en los días posteriores al 2 de Julio del 2012, luego del triunfo de Enrique Peña Nieto en las elecciones y con quien se sabe lleva una buena amistad de cuando uno gobernaba Tamaulipas y el otro el Estado de México. En diversas ocasiones el ahora presidente de México visitó Tamaulipas con motivo de los informes de gobierno y fiestas de cumpleaños de ‘Geño’.

SIN DELITOS EN MEXICO

El 27 de febrero del 2013, a tan sólo tres meses del cambio de gobierno, pasando del PAN al PRI, se dieron buenas noticias para Eugenio Hernández, esto, cuando la SIEDO se desistió de ejercitar acción penal en su contra por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada, también se exoneró a Manuel Cavazos Lerma, sólo se consideró ejercer acción penal en contra de Tomás Yarrington.

La inacción de la justicia para Hernández y Cavazos fue tomada por el agente del ministerio público del caso en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/012/2009 luego de que las imputaciones realizadas por testigos protegidos no pudieron ser acreditadas por el MPF, y fue esa la razón por la que se dio por concluida la averiguación previa que se inició durante la gestión panista de Marisela Morales en la PGR, sin duda, el expediente de los ex gobernadores de Tamaulipas se convirtió en uno de los casos mediáticamente más sonados y emblemáticos de la administración de Felipe Calderón.

EL RETORNO

La primera aparición pública de Eugenio Hernández en Tamaulipas, –luego de haber sido exonerado– se dio el día 24 de noviembre del 2013, esto, con motivo del tercer informe de gobierno de Egidio Torre. Ese día el ex mandatario apareció en el Congreso Local 20 minutos antes de la 10 de la mañana, hora en que Torre Cantú entregaría su informe.

Durante el evento, Eugenio Hernández acaparó las lentes de los medios de comunicación, lucía una imagen diferente a cuando era gobernador con una cabellera más larga y visiblemente más delgado. Esa mañana al negarse a contestar las preguntas de la prensa sólo dijo: “Vengo al informe de mi amigo”.

Unos días después, en diciembre de ese mismo año, el ex-gobernador de Tamaulipas fue invitado a la exclusiva cena en el salón Barroco de San Angel Inn por los 25 años del despacho legal del reconocido abogado Juan Collado, quien se ha distinguido por representar legalmente a importantes políticos y empresarios de alto nivel en México. El despacho Juan Collado & Asociados fue quien llevó la defensa de Mario Ruiz Pachuca.

En la exclusiva fiesta donde estuvo Hernández Flores hicieron presencia importantes y controvertidos personajes del sistema político mexicano, estando entre los invitados Carlos Salinas, Manlio Fabio Beltrones, Diego Fernández de Ceballos, Alfredo del Mazo, Rafael Macedo de la Concha, Rosario Robles, Roberto Madrazo, entre otros.

BUSCADO POR ESTADOS UNIDOS

El 2 de Julio del 2014, un año después de haber sido exonerado en México y dos años después de que el PRI regresara a Los Pinos, el reconocido diario San Antonio Express-News dio la noticia de que el ex gobernador de Tamaulipas Eugenio Hernández Flores era buscado por la DEA por lavado de dinero en el sur de Texas y por haber aceptado sobornos de un cártel que opera en el norte de México.

El diario citó una transcripción de la audiencia de 05 de diciembre del 2013 del empresario mexicano Guillermo Flores Cordero en la corte federal de Corpus Christi que fue abierta para ese diario texano.

Durante dicha audiencia, los fiscales dijeron que Flores, quien fue declarando culpable de un cargo de conspiración por lavado de dinero, ya que había hecho transferencias internacionales de dinero no autorizado (ilegal). “Él utilizó empresas “fantasma” para enviar dinero de México a cuentas bancarias en el Valle del Río Grande a nombre de terceros para “ocultar de donde provenían  los fondos”, dijo la durante el proceso la fiscal asistente Julie Hampton.

Entre los clientes de Flores, según la transcripción, estuvieron Eugenio Hernández y miembros de su familia. Los fiscales dijeron que Hernández Flores tenía buenas razones para ocultar el origen del dinero. “Eugenio Hernández ha sido identificado por la DEA como receptor de sobornos de una organización criminal transnacional, a fin de que el cártel tuviera la capacidad de operar sin restricciones en Tamaulipas, en el tiempo en que el Sr. Hernández fue gobernador”, dijo la fiscal Hampton durante esa audiencia.

“Uno de los instrumentos o métodos para mover las ganancias ilícitas obtenidas en México por el Sr. Eugenio Hernández y sus co-conspiradores en los EUA fue un esquema de lavado de dinero elaborado”, dijo Hampton. “Este esquema fue desarrollado por Guillermo Flores Cordero.”

La fiscal dijo que entre 2009 y 2012, Guillermo Flores Cordero utilizó sociedades ficticias para triangular y ocultar $30 millones de dólares en los Estados Unidos para sus clientes y en la operación ganó 2.5 millones en comisiones. Las autoridades federales han incautado millones de dólares en cuentas bancarias en Estados Unidos de Flores, así como su casa en El Dominion en Northwest Side de San Antonio. Está en la cárcel en espera de su sentencia.

Unos días después de que se publicara la noticia, Eugenio Hernández, en un comunicado calificó los señalamientos en su contra como falsos y los negó “categóricamente”. “Yo estoy limpio”, escribió. “Yo estaba siendo investigado junto con mi familia de manera exhaustiva y con pleno rigor en México por la administración federal en el pasado”.

¿EL CUÑADO INCOMODO?

Tres meses después, el 3 de octubre del 2014, un comunicado de DEA dio un golpe golpe a la imagen de Eugenio Hernández cuando la justicia estadounidense estrechó el cerco legal en su contra, al acusar a su cuñado Oscar Gómez Guerra de los presuntos delitos de conspiración para lavado de dinero y complicidad para transferir recursos al extranjero sin licencia.

En un comunicado, el procurador federal para el Sureste de Texas, Kenneth Magidson, precisó que el inculpado lavó dinero a nombre del ex mandatario tamaulipeco entre 2004 y 2010. De 42 años, Gómez Guerra está casado con una hermana de Hernández Flores y actualmente se encuentra prófugo.

La acusación fue dada a conocer por un gran jurado federal en Corpus Christi, Texas, luego de una moción interpuesta por la Oficina del Procurador Federal. Según esa carpeta de cargos, Gómez Guerra conspiró en enero de 2009 lavó dinero y ayudó y promovió la operación de un negocio ilegal de envío de remesas.

Las imputaciones incluían un aviso de confiscación de una residencia en Austin, Texas, valuada en 2.7 millones de dólares y de una propiedad en McAllen, de medio millón de dólares.

En ese momento la Oficina del Procurador Federal también informó que buscaría obtener una orden judicial para confiscar otros 10 millones de dólares al acusado.

PROFUGO DE EUA

Desde el pasado 18 de junio del 2015, Eugenio Hernández y su cuñado Oscar Gómez Guerra son considerados prófugos de la justicia de los Estados Unidos toda vez que el fiscal Kenneth Magidson de Texas, reveló el encausamiento judicial C-14-178-S¬ –fechado el pasado 27 de mayo- girando orden de aprehensión en contra de Hernández Flores y su cuñado, esto, alegando que ambos comenzaron a lavar dinero y a realizar transacciones financieras ilegales a partir del 1 de enero de 2008.

Los acusados “realizaron transacciones que involucraron ganancias específicas procedentes de actividades criminales. Llevaron a cabo transferencias ilegales de dinero procedente de negocios ilícitos aún sabiendo el origen de todo ello”, se destaca en el encauzamiento contra el ex gobernador.

El expediente criminal elaborado por el Departamento de Justicia –que encargó el caso al fiscal federal Kenneth Magidson– acota que Hernández Flores y su socio cometieron estos delitos de lavado de dinero “con todo el conocimiento de causa para encubrir el lugar donde llevaban a cabo las operaciones, y la identidad de los dueños del dinero (procedente del narcotráfico)”.

Respecto al cargo de incitación de transacciones financieras ilícitas, la acusación criminal sostiene que Hernández Flores y Gómez Guerra, “con conocimiento de causa”, facilitaron las operaciones financieras internacionales e interestatales para ocultar fondos que carecían de la documentación necesaria para justificar su procedencia, amén de que nunca presentaron las licencias bancarias necesarias para las transacciones.

“Todo el dinero –unos 30 millones de dólares– que recibieron y manejaron el ex gobernador y su cuñado, les fue entregado por operadores de un Cártel que opera en Tamaulipas”, explicó en un correo electrónico la fiscalía federal según los reveló una reciente nota de la reconocida revista Proceso.

“El dinero lo recibía Hernández Flores como pago por permitir que dicho Cártel operara con toda libertad en Tamaulipas para llevar a cabo sus actividades de tráfico de drogas, secuestros, venta de contrabando y tráfico de personas a Estados Unidos”, precisa el correo electrónico de la fiscalía federal.

Con ello, el gobierno de los Estados Unidos busca condenar a ambos al pago de 30 millones de dólares, que es la cantidad que según la fiscalía recibieron de los grupos de la delincuencia organizada por permitir la comisión de delitos en Tamaulipas.

En la acusación también se incluye una notificación por la confiscación de 4 propiedades, tres localizadas en McAllen y otra en Austin, Texas. Las propiedades confiscadas en McAllen a Hernández Flores están en el 4416 de la South H Street (ocupa dos lotes), en el 801 de la E. Francisca Avenue y la tercera en el 505 E. Uphall, que comprende lote y medio. El inmueble de Austin está en el 2001 de la calle Cueva de Oro.

El gobierno estadunidense distribuyó en todas las oficinas postales del país la notificación de que hay una recompensa (no se dijo de cuánto) para quien dé información que lleve a localizar a Hernández Flores y Gómez Guerra. En los volantes con la leyenda “se buscan”, la fiscalía pide que quien tenga información sobre la ubicación de Hernández Flores y Gómez Guerra lo notifique a la Administración Antidrogas (DEA) al teléfono 713-693-3000.

Si resultan condenados por conspiración en lavado de dinero, ambos enfrentan una pena de 20 años en una prisión federal y una multa de hasta 500 mil dólares (o el doble del valor  de los instrumentos monetarios o fondos involucrados en las transacciones, o ambos). También enfrentarán hasta 5 años en una prisión federal y una multa máxima de 250 mil dólares si son condenados por operar un negocio ilegal de envíos de dinero.

EUGENIO SE DEFIENDE

Ante las acusaciones Eugenio Hernández dio la cara un día después dando varias entrevistas de radio a reconocidos periodistas del país y en las cuales expresó lo siguiente: “Hemos ya tenido avances en esa investigación, el gobierno de México hizo una exhaustiva investigación desde el 2011, 2012, 2013 y 2014 y finalmente después de indagar y checar mis propiedades, tuve la oportunidad de comprobar todos y cada uno de mis ingresos y mi patrimonio, fui exonerado con la autoridad mexicana y en ese sentido estos mismos hechos son los que están provocando un presunto delito en Estados Unidos”.

Durante sus mensajes radiofónicos el ex gobernador se dijo tranquilo de tener los elementos suficientes para que sus abogados de México y Estados Unidos puedan aclarar a la mayor brevedad su situación. “Yo confío en la justicia de Estados Unidos y espero tener la oportunidad de hacer las aclaraciones pertinentes”.

Expresó que no quiere caer en especulaciones políticas sobre la procedencia de las acusaciones en su contra porque “todos los que llevamos a cabo una función pública tenemos la obligación de transparentar nuestros bienes, nuestros recursos, y en ese sentido no estoy en contra de que me investiguen”.

¿QUE VA A PASAR?

Desde principios del 2013 Eugenio abrió sus oficinas en el Distrito Federal y empezó a operar y despachar desde ahí, lugar donde diariamente recibe a políticos, amigos y periodistas tamaulipecos que aún lo ven con buenos ojos y le tienen estima. Sin duda Eugenio Hernández fue un gobernador querido por muchos en Tamaulipas, que ejerció el poder de una forma ‘light’, teniendo pocos enemigos y resolviendo los problemas con mano izquierda.

Está claro que el actual gobierno priísta lo protege y que aún tiene amigos poderosos en el sistema político mexicano. Su última aparición pública por Tamaulipas fue cuando votó en Ciudad Victoria el pasado 7 de junio; y hasta donde se sabe, Eugenio Hernández sigue en el país y no está escondido, es por ello que no se entiende ¿Por qué si el gobierno de los Estados Unidos lo quiere, no ha solicitado por medio de Interpol su detención a la justicia mexicana con fines de extradición? ¿Cuáles son las intenciones del gobierno americano? ¿Es Eugenio culpable o inocente? Son las preguntas que aún están sin contestar.